En la huella de Adriana del Carmen Andrade Hernández, recordamos el poder del amor para sanar, el coraje para avanzar, la resiliencia para sobrevivir, la gratitud para apreciar y la paz para encontrar consuelo. Que su legado nos inspire a abrazar cada emoción con valentía, a levantarnos con esperanza incluso en la oscuridad, y a cultivar la bondad en nuestros corazones para iluminar el camino de los demás. Que en la memoria de Adriana encontremos fuerza para abrazar la vida con propósito y amor inquebrantable. Que su luz siga brillando en cada corazón que toque.
Publicado en el archivo
13 de abril de 2024