En memoria de Adriana Rosales Munizaga, recordamos su coraje y resiliencia, su amor inquebrantable y su gratitud por la vida. Que su ejemplo nos inspire a abrazar cada día con esperanza y a seguir adelante con valentía. En los momentos de oscuridad, que encontremos luz en los recuerdos compartidos, y en los desafíos, fuerza en su legado. Que el amor que sembró en cada corazón perdure en el tiempo, recordándonos que la paz interior es el regalo más precioso. Sigamos su huella con humildad, llevando su espíritu en cada paso que damos.
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30 de enero de 2020