Que la luz del amor y la gratitud iluminen tu sendero, recordándote la resiliencia y coraje que llevas dentro. En cada amanecer, encuentra paz en el corazón, sabiendo que la esperanza es un faro que guía tu alma. Agradece cada suspiro de vida con humildad, sabiendo que cada instante es un regalo precioso. Deja que la nostalgia sea un dulce recordatorio de los momentos compartidos, y que la sonrisa de Alberto Apara Abuapara sea un faro de amor eterno que te inspire a seguir adelante con valentía y esperanza. ¡Siempre hay luz al final del camino!
Publicado en el archivo
17 de septiembre de 2019