En el legado de Aldo Díaz Meléndez vdo. de Mina Weippert perdura un canto a la paz, la gratitud y el coraje. Que su memoria nos inspire a abrazar cada día con amor y resiliencia, recordando que en los momentos de oscuridad brillan las estrellas de la esperanza. Sigamos su ejemplo de nobleza y bondad, cultivando nuestro jardín interior con semillas de esperanza y fe. Que su luz guíe nuestros pasos en el camino de la vida, recordándonos que en el amor y la gratitud encontramos la fuerza para seguir adelante, siempre con el corazón rebosante de esperanza.
Publicado en el archivo
9 de febrero de 2020