Dejemos que la luz del amor que Alejandro Jordán Fresno sembró en nuestros corazones florezca en coraje y resiliencia, recordando siempre la gratitud por los momentos compartidos. En su memoria, encontremos paz en los recuerdos compartidos y fuerza en el amor que nos une. Sigamos adelante con valentía, abrazando cada día con esperanza y bondad, sabiendo que su luz brillará en nosotros eternamente. Que su legado de amor y generosidad nos inspire a amar más profundamente, a vivir con propósito y a apreciar la belleza de cada instante.
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20 de enero de 2020