Recordemos a Alejandro Kauak Garabit con amor y gratitud, manteniendo viva su luz en nuestros corazones. Que su coraje inspire nuestra resiliencia, recordándonos que siempre hay esperanza en los momentos más oscuros. Sigamos adelante con la certeza de que la paz interior es un regalo invaluable que podemos cultivar en cada paso del camino. Honremos su memoria abrazando la vida con valentía y compasión, sabiendo que el amor que compartimos perdura más allá de las palabras. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir adelante, con fe en el mañana y gratitud por el ayer.
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4 de enero de 2020