En la senda de la vida, recordemos a Alejandro Lizana Greve como un faro de amor y valentía, cuyo legado nos inspira a abrazar la resiliencia con gratitud en el corazón. Que su luz nos guíe hacia la paz interior, recordándonos que cada día es una oportunidad para cultivar el amor incondicional y la esperanza inquebrantable. En cada susurro del viento y en cada rayo de sol, encontramos su presencia reconfortante, recordándonos que somos capaces de superar cualquier adversidad con fortaleza y compasión. Sigamos adelante con fe y bondad, honrando su memoria con cada paso que damos.
Publicado en el archivo
22 de abril de 2020