En la memoria de Alfredo Cabezas Briceño, recordemos su amor inquebrantable y su coraje indomable. Que su ejemplo nos inspire a abrazar la vida con gratitud, a enfrentar los desafíos con resiliencia y a encontrar paz en medio de la tormenta. En cada amanecer, sembremos semillas de esperanza y cultivemos la bondad en nuestros corazones. Que su legado nos recuerde que, incluso en la oscuridad, siempre podemos encontrar la luz. Sigamos adelante con fe y valentía, sabiendo que el amor verdadero nunca muere, sino que perdura en cada acto de bondad que compartimos con el mundo.
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28 de marzo de 2024