Que la vida de ALFREDO DOMINGO DOREN MOLINA nos inspire a abrazar el amor con gratitud, a enfrentar los desafíos con coraje, y a hallar paz en la resiliencia. Recordemos su legado con esperanza en el corazón, recordando siempre que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar la vida con valentía y compasión. Sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura más allá de la partida, guiándonos en el camino con luz y fortaleza. En su memoria, sembremos semillas de esperanza que florezcan en un jardín de amor y comprensión.
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22 de enero de 2024