En la quietud de la memoria, florecen los recuerdos que iluminan nuestro camino, recordándonos que el amor perdura en cada latido del corazón. Que la serenidad nos abrace, la humildad guíe nuestros pasos y la esperanza nos sostenga en los momentos de tribulación. Alfredo Etcheberry Orthusteguy dejó un legado de luz y bondad que perdura en cada amanecer, recordándonos que en la sencillez de la vida se encuentra la verdadera grandeza. Sigamos adelante con amor y gratitud, sabiendo que su esencia perdura en cada sonrisa compartida y en cada sueño que perseguimos.
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2 de enero de 2024