En la luz eterna de la memoria de Alfredo Velasco Morandé, encontramos el amor que nos guía, el coraje que nos impulsa, la resiliencia que nos fortalece, la gratitud que nos embellece y la paz que nos reconforta. Que su legado sea un faro de esperanza y inspiración, recordándonos que en cada desafío y alegría de la vida, podemos encontrar la fuerza para seguir adelante con valentía y bondad en nuestros corazones. Que su presencia perdure en nosotros, recordándonos que siempre hay luz al final del camino y amor en cada paso que damos.
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30 de junio de 2019