En la melodía eterna del universo, el amor que sembraste sigue vibrando en cada corazón que tocó tu luz. Que la serenidad de tu recuerdo sea el faro que guíe nuestros pasos, recordándonos que en la humildad de cada acto está la verdadera grandeza. Que tu legado de esperanza florezca en sonrisas compartidas y abrazos sinceros, inspirando a todos a vivir con amor y gratitud. En cada suspiro, en cada amanecer, en cada estrella que brilla en el firmamento, tu esencia perdura, recordándonos que el amor nunca muere, solo se transforma en luz eterna.
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25 de mayo de 2019