Que el amor que Alicia Lucero Morán compartió con el mundo siga iluminando nuestros corazones con la fuerza del coraje, la resiliencia y la gratitud. En su memoria, recordemos que la paz interior es un regalo precioso que podemos cultivar cada día. Sigamos adelante con esperanza, sabiendo que cada paso que damos nos acerca más a la plenitud y la dicha. Honremos su legado viviendo con autenticidad, amando sin reservas y abrazando cada momento con gratitud. Que su luz perdure en nuestros corazones, inspirándonos a ser mejores y a apreciar la belleza de la vida.
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31 de marzo de 2020