En el legado de Amalia Perretta Visch de Blanche encontramos la fortaleza del amor incondicional, el coraje para enfrentar la adversidad, la resiliencia ante la pérdida, la gratitud por cada instante vivido y la paz que trasciende más allá de la vida terrenal. Que su memoria inspire en nosotros el deseo de abrazar con ternura, de enfrentar con valentía, de renacer con fuerza, de agradecer con humildad y de encontrar la serenidad en medio de las tormentas. Que su luz siga iluminando nuestro camino, recordándonos que en cada amanecer hay esperanza y en cada corazón hay amor.
Publicado en el archivo
30 de noviembre de 2019