En memoria de Ana Barros de Cienfuegos, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que ella sembró en nuestros corazones. Su coraje y resiliencia nos inspiran a abrazar cada día con esperanza y afrontar los desafíos con valentía. Que su legado de paz y bondad nos guíe en momentos de oscuridad, recordándonos que la luz siempre prevalece. Sigamos su ejemplo, celebrando la vida con alegría y amor incondicional. En cada sonrisa y abrazo, mantengamos viva su esencia, cultivando un jardín de paz y esperanza que florezca en nuestros corazones.
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11 de marzo de 2024