Que la luz del amor eterno de Ana María Anabalón Casanova ilumine nuestros corazones con coraje y resiliencia para enfrentar los desafíos, y con gratitud por las lecciones aprendidas. Que su recuerdo nos inspire a cultivar la paz interior y a abrazar cada momento con esperanza y amor incondicional. Recordemos que en el legado de cada ser querido perdura la fuerza para seguir adelante y la sabiduría para valorar la belleza de la vida. Que en nuestro caminar encontremos consuelo en su memoria y sepamos que su espíritu nos guiará siempre.
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9 de junio de 2019