En memoria de Ana Teresa Escalona Sepúlveda, recordemos que el amor que compartió vive en cada recuerdo y sonrisa. Su coraje y resiliencia son un faro de luz en la oscuridad, recordándonos que la gratitud transforma la tristeza en esperanza. En cada amanecer, encontramos la paz que ella deseaba para todos, guiándonos hacia un futuro lleno de posibilidades y amor incondicional. Sigamos adelante con valentía y bondad, honrando su memoria con cada acto de compasión y generosidad. En cada latido de nuestro corazón, su espíritu perdura, recordándonos que el amor es eterno.
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24 de septiembre de 2019