En el legado de Andrés Irrazabal Wood perdura un rayo de luz que ilumina nuestra senda, recordándonos que en la oscuridad florece la esperanza. Que su coraje nos inspire a abrazar la vida con gratitud y resiliencia, cultivando amor en cada paso que damos. En medio del dolor, encontramos la fortaleza para seguir adelante con un corazón lleno de paz, confiando en que cada amanecer nos ofrece la oportunidad de escribir una nueva historia llena de bondad y compasión. Que su memoria nos guíe hacia un mañana lleno de amor y esperanza infinita.
Publicado en el archivo
27 de julio de 2019