En honor a Andrés Pivcevic Rajcevic, recordemos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar con amor la vida. Que su coraje y resiliencia inspiren en nosotros la fortaleza para enfrentar los desafíos con gratitud y esperanza. En la paleta de emociones que nos regala la existencia, recordemos que la paz interior es el mayor tesoro que podemos cultivar. Sigamos adelante con la certeza de que cada paso, por pequeño que sea, nos acerca a la plenitud. Que su memoria sea luz en nuestro camino y su legado, un faro de amor inquebrantable.
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24 de agosto de 2019