Que la luz del amor que Andrés Santa Cruz Serrano compartió con el mundo siga iluminando nuestros días oscuros, recordándonos la importancia de abrazar cada momento con gratitud y esperanza. Que su coraje y resiliencia ante la adversidad nos inspire a enfrentar nuestros propios desafíos con valentía y determinación. Que la paz que encontró en su corazón sea un recordatorio de que, incluso en medio de la tormenta, podemos hallar calma y serenidad. Que su legado perdure como un faro de amor y esperanza, guiándonos en nuestro camino con bondad y compasión.
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15 de octubre de 2019