En memoria de Angélica Mingo Marinetti, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la esperanza y la paz en nuestro interior. Que su legado de coraje y resiliencia nos inspire cada día a seguir adelante, abrazando la vida con valentía y compasión. En cada amanecer, encontremos la fuerza para superar los desafíos con fe en un futuro lleno de posibilidades. Que su luz brille en nuestros corazones, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay un rayo de esperanza que nos guía hacia un mañana mejor.
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28 de febrero de 2020