En memoria de Antonio Andrés Urbieta, su legado de amor y coraje perdurarán en nuestros corazones, guiándonos hacia la resiliencia y la gratitud. Que su luz nos inspire a abrazar la vida con valentía, a sembrar semillas de esperanza y a encontrar la paz en los momentos de adversidad. En cada amanecer, recordemos su espíritu bondadoso y su fuerza interior, animándonos a seguir adelante con fe y compasión. Que su recuerdo nos enseñe a valorar cada instante y a amar con intensidad, construyendo un mundo mejor con cada acto de bondad.
Publicado en el archivo
10 de febrero de 2020