En el legado de Armando Salinas Ordóñez encontramos la fuerza del amor inquebrantable, la valentía para enfrentar desafíos con resiliencia, la gratitud por cada instante vivido y la paz que acompaña a quienes siguen su ejemplo. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con pasión y bondad, a ser luz en medio de la oscuridad, a levantarnos ante las adversidades con el corazón lleno de esperanza. En su honor, sigamos adelante con determinación, recordando que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para sembrar amor y cosechar felicidad.
Publicado en el archivo
12 de febrero de 2020