En el legado de Balbino Iriondo Unanue perdura la esencia de un corazón valiente y agradecido, que inspira resiliencia y amor incondicional. Mantengamos viva su luz, abrazando la vida con gratitud y esperanza, encontrando paz en cada desafío y coraje en cada sueño. Que su memoria nos recuerde la belleza de la humanidad, la fortaleza de nuestros espíritus y la infinita posibilidad de renovación. Sigamos adelante con fe en nuestros corazones, sabiendo que cada paso es una oportunidad para crecer, aprender y amar con intensidad y autenticidad. ¡Ánimo y paz para todos!
Publicado en el archivo
6 de octubre de 2019