En memoria de Beatriz Ochandorena de Eslava, recordemos que en cada amanecer y atardecer hay un brillo de amor eterno que guía nuestros pasos con coraje y gratitud. Que su legado de resiliencia nos inspire a abrazar la vida con esperanza, cultivando en nuestros corazones la paz que solo el amor verdadero puede otorgar. En cada lágrima de nostalgia, florece la fuerza para seguir adelante con valentía, sabiendo que su luz sigue brillando en cada paso que damos. Que su memoria sea un cálido abrazo que nos reconforte en los momentos de incertidumbre y nos llene de paz en el alma.
Publicado en el archivo
11 de abril de 2024