Que la luz del amor que Bernardo Guiloff Satuchne sembró en cada corazón continúe brillando en el camino de la vida, recordándonos la importancia de la gratitud, la resiliencia y el coraje. En medio de la tristeza, que la paz interior nos guíe hacia un mañana lleno de esperanza y nuevos horizontes. Mantengamos viva su memoria con acciones llenas de bondad y generosidad, cultivando el amor incondicional que él nos enseñó. En cada amanecer, encontremos fuerzas para seguir adelante, sabiendo que su espíritu perdura en cada sonrisa y en cada gesto de amor.
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27 de octubre de 2019