En la memoria de Carlos Azócar Bustamante, recordemos que en cada amanecer late la esperanza, en cada desafío reside la oportunidad de crecer con valentía. A través del amor inquebrantable que nos une, cultivemos la gratitud por los momentos compartidos y abracemos la resiliencia que nos fortalece. Que la paz interior sea nuestra guía en el camino, recordándonos que la luz de su espíritu perdura en cada sonrisa y en cada acto de bondad. Sigamos adelante, unidos por el legado de amor y esperanza que nos inspira a ser mejores cada día.
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2 de febrero de 2024