Que la luz del amor y la gratitud que Carmen Fariña Undurraga sembró en nuestro mundo continúe brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de la resiliencia y el coraje. Sigamos adelante con esperanza y alegría, sabiendo que su legado perdura en cada acto de bondad que realizamos. Que la paz interior que ella irradiaba nos acompañe en cada paso, guiándonos en el camino de la vida con sabiduría y compasión. Recordemos siempre su sonrisa y su calidez, y sepamos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para vivir con autenticidad y amor inquebrantable.
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14 de abril de 2020