Que la luz del amor que Carmen compartió con el mundo continúe guiando nuestros corazones, infundiendo coraje en los momentos de dificultad y fortaleciendo nuestra resiliencia. Que su legado de gratitud por la vida nos inspire a apreciar cada pequeño regalo que recibimos. Recordemos su espíritu lleno de paz y esperanza, y sigamos adelante con la certeza de que su amor perdura en cada acto de bondad que realizamos. En medio del dolor, permitamos que su memoria sea un faro de luz que nos anime a vivir con generosidad, compasión y alegría.
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4 de abril de 2024