Que la luz del amor que Carmen González de Fernández irradiaba siga iluminando nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. En su memoria, busquemos fortaleza en la resiliencia, y encontremos paz en los recuerdos compartidos. Sigamos adelante con valentía y esperanza, honrando su legado con cada paso que damos. Que su espíritu generoso nos inspire a amar con intensidad, a abrazar la vida con gratitud y a enfrentar los desafíos con determinación. En cada momento, recordemos que el amor perdura y que la esperanza siempre renace.
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25 de noviembre de 2019