Recordemos a Carmen Sylvia con gratitud por su amor incondicional y coraje inquebrantable. Su legado de resiliencia nos inspira a abrazar la vida con valentía y esperanza, encontrando paz en medio de la adversidad. Que su luz siga guiándonos en cada paso, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia y el tiempo. Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y la mente llena de esperanza, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad y en cada sonrisa compartida. Siempre presente en nuestros corazones, su amor perdura en cada amanecer.
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1 de febrero de 2020