En el jardín de la memoria florecen las semillas de amor y gratitud que sembró Celia Rosa Reyes Soto. Que su coraje y resiliencia sigan inspirándonos a abrazar la vida con valentía y esperanza. En cada pétalo de recuerdo, encontremos la paz que anhelamos, recordando que el amor perdura más allá del tiempo. Aliento y luz nos guían en el sendero de la vida, recordándonos que cada paso es una oportunidad para crecer y amar. Que el legado de Celia nos enseñe a valorar cada instante, con el corazón rebosante de gratitud y esperanza.
Publicado en el archivo
17 de octubre de 2019