Que el amor que Clemente Abraham Salvi Fernández sembró en sus días siga floreciendo en los corazones de quienes le conocieron. Que su coraje y resiliencia sean un faro de esperanza en los momentos oscuros. Que la gratitud por su vida nos recuerde la belleza de dar y recibir. Que la paz que encontró sea un legado de serenidad para todos. En su memoria, recordamos que cada día es un regalo, una oportunidad para abrazar la vida con valentía y amor. Que su luz siga brillando en nuestro camino, guiándonos hacia un mañana lleno de esperanza.
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25 de enero de 2020