En el legado de Dora Cusnir de Roisman perdura un eco de amor eterno, un llamado al coraje en tiempos de adversidad, una muestra de resiliencia inquebrantable. Que su ejemplo inspire gratitud por cada instante vivido y por las lecciones aprendidas. En el rincón de nuestros recuerdos, encontremos paz en su sonrisa y fortaleza en su memoria. Que su luz ilumine nuestro camino, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia. En cada latido del corazón, encontremos la esperanza de un nuevo amanecer lleno de oportunidades para amar y ser amados.
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25 de agosto de 2019