En honor a la memoria de Edgardo Antonio Andrade Alvarado, recordemos que en cada amanecer hay un nuevo latido de amor que guía nuestros pasos con coraje. Conservemos en nuestro corazón la resiliencia que nos fortalece, y seamos agradecidos por cada instante que la vida nos regala. A través de la adversidad, florece la semilla de la esperanza, brindando calma y serenidad a nuestros pensamientos. Que la luz de su recuerdo ilumine nuestro camino, recordándonos que en cada sombra hay una oportunidad para encontrar paz. Sigamos adelante con amor y esperanza.
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25 de mayo de 2020