En el recuerdo de Eduardo Arriagada Crespo, dejemos que el amor que sembró en nuestros corazones sea la luz que guíe nuestro camino, infundiendo coraje en nuestros sueños, resiliencia en nuestros desafíos y gratitud en cada instante vivido. Que en la paz de su memoria encontremos fuerza para seguir adelante, recordando que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar la vida con esperanza y plenitud. Que su legado nos inspire a cultivar la bondad y la compasión, convirtiéndonos en testigos vivientes del poder transformador del amor incondicional.
Publicado en el archivo
13 de diciembre de 2019