Que la luz del amor y la gratitud iluminen tu camino, recordándote siempre la valentía y la resiliencia que llevas en tu corazón. Que la paz interior te guíe en cada paso, recordándote que en la adversidad también hay oportunidad. Eduardo Rodolfo Ojeda Vergara brilla ahora en el firmamento, recordándonos que la vida es un regalo precioso. Mantén viva su memoria con coraje y esperanza, sabiendo que su legado perdurará en cada sonrisa compartida y en cada acto de bondad. Vive con pasión y propósito, pues en cada amanecer hay una nueva oportunidad de crecer y de amar.
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21 de agosto de 2019