En el legado de ELÍAS YARAD SALVADOR florece la semilla del amor eterno, la valentía incansable, la resiliencia profunda, la gratitud sincera y la paz serena. Que su luz guíe nuestros corazones en tiempos de oscuridad, recordándonos que cada amanecer trae consigo nuevas oportunidades para abrazar la vida con renovado vigor. En su memoria, encontremos el valor para enfrentar los desafíos con fe inquebrantable y la generosidad para compartir nuestra luz con los demás. Que su espíritu nos inspire a vivir con propósito, esperanza y compasión.
Publicado en el archivo
21 de febrero de 2024