En la sinfonía de la vida, que cada lágrima derramada se convierta en notas de amor y gratitud, que cada suspiro sea un canto de coraje y resiliencia. Que la memoria de Elba Issa Charaf sea un faro de paz que ilumine nuestros caminos, recordándonos que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar la esperanza. Que su legado nos inspire a tejer hilos de bondad y compasión en el tapiz de la existencia, recordándonos que el amor perdura más allá del tiempo. Que en cada latido del corazón encontremos fuerza para seguir adelante con fe y serenidad.
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25 de septiembre de 2019