Recordemos a Elena Bernarda Peña Rojas como un faro de amor inquebrantable, que irradiaba coraje en cada paso y resiliencia en cada gesto. Su legado nos invita a abrazar la gratitud por cada día y a cultivar la paz en nuestro interior. Que su luz nos inspire a seguir adelante con la certeza de que el amor todo lo vence y la esperanza nos sostiene en los momentos difíciles. En cada latido de nuestro corazón, en cada suspiro de vida, encontramos la fuerza para enfrentar el futuro con valentía y serenidad. Que su memoria sea bendición eterna.
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15 de marzo de 2020