Hoy recordamos a Elena Valenzuela Durán con gratitud por su luz que iluminó nuestros caminos. En su legado de amor y coraje encontramos fuerza para abrazar la vida con resiliencia y esperanza. Que su ejemplo nos inspire a cultivar la paz en nuestro interior, y a abrazar cada nuevo amanecer con gratitud y amor en el corazón. En cada sonrisa, en cada lágrima, recordemos su valentía y su bondad, y sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura más allá de la vida terrenal. Que su memoria sea un faro de esperanza y consuelo en nuestro viaje.
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10 de mayo de 2020