En el jardín del recuerdo florecen las semillas de amor y gratitud que sembró Eliana. Que su valentía y resiliencia nos inspiren a abrazar la vida con renovada esperanza y paz en el corazón. Que cada amanecer sea un recordatorio de la belleza del alma y de la fuerza del amor inquebrantable. En cada paso, en cada suspiro, encontremos la fortaleza para seguir adelante con fe y gratitud, honrando su legado con cada sonrisa y cada gesto de bondad. En la eternidad del espíritu, su luz brilla con intensidad, guiando nuestro camino con amor y serenidad.
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29 de diciembre de 2019