En el jardín de la vida, florecen memorias llenas de amor y gratitud. Que la luz de la esperanza y la fortaleza nutran tu alma, recordándote el coraje y la resiliencia de quienes han iluminado nuestro camino. Que cada lágrima se convierta en un recuerdo preciado, y cada suspiro en un canto de paz y gratitud. Que el legado de Elie Alevy Matsas nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, encontrando en cada desafío una oportunidad para crecer y amar aún más profundamente. ¡Que la vida sea siempre un tributo a la belleza del alma!
Publicado en el archivo
14 de noviembre de 2019