En memoria de Elisa Romero Acuña, recordemos que el amor y la gratitud nos guían en tiempos de incertidumbre. Recorramos el sendero con coraje y resiliencia, sabiendo que cada paso fortalece nuestro espíritu y nutre nuestra esperanza. Aliento a abrir el corazón a la belleza que nos rodea y a cultivar la paz interior, honrando el legado de Elisa con cada acto de bondad. Que su luz perdure en nosotros, inspirándonos a seguir adelante con determinación y compasión. En cada amanecer, encontremos el regalo de un nuevo comienzo lleno de posibilidades y amor inquebrantable.
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4 de mayo de 2020