En la memoria de Elsa Astorga Guajardo, recordemos que el amor y la gratitud pueden iluminar aún en las noches más oscuras. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a abrazar la vida con valentía y esperanza. En cada amanecer, busquemos la paz que su recuerdo nos regala, y en cada corazón herido, sembremos semillas de bondad y compasión. Que su legado nos recuerde que en la fragilidad de la vida también encontramos fortaleza, y que en el silencio de la ausencia resuene su voz, invitándonos a seguir adelante con fe y amor inquebrantable.
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1 de noviembre de 2019