Que la luz del amor que Elsa Irene Moya Muñoz compartió con el mundo continúe brillando en nuestros corazones, guiándonos en tiempos de oscuridad con coraje y resiliencia. Su legado de gratitud y paz perdurará como un faro de esperanza, recordándonos la belleza de vivir con autenticidad y compasión. En su memoria, abracemos cada momento con gratitud y amor, transformando el dolor en fuerza y la pérdida en un recordatorio de la preciosa fragilidad de la vida. Que su espíritu nos inspire a ser más comprensivos, generosos y valientes en nuestro viaje.
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16 de diciembre de 2019