En la memoria de Enrique Eduardo Lafourcade Valdenegro, recordemos su amor inquebrantable, su coraje inagotable y su resiliencia inigualable. Sigamos adelante con gratitud en el corazón, sabiendo que la paz que él irradiaba sigue presente en nuestras vidas. Que su legado nos inspire a abrazar cada día con esperanza y valentía, recordando que la luz que compartió nunca se desvanece. En cada paso que demos, en cada suspiro de vida, encontremos fuerza en su recuerdo y en el amor que nos une. Su espíritu perdura, guiándonos con sabiduría y paz interior.
Publicado en el archivo
30 de julio de 2019