En la memoria de Enrique Eduardo Lafourcade Valdenegro, celebremos su legado de amor inquebrantable y coraje inspirador. Que su resiliencia nos enseñe a abrazar la vida con gratitud, afrontando cada desafío con valentía y esperanza en nuestros corazones. En su honor, recordemos que la paz interior es un regalo precioso que podemos cultivar cada día. Que su luz perdure en nuestras vidas, recordándonos que, incluso en la oscuridad, el amor y la esperanza pueden brillar intensamente. ¡Sigamos adelante con fe y amor, construyendo un futuro lleno de posibilidades y bondad!
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4 de agosto de 2019