Que la memoria de Enrique Lincoyán Tirapegui Zurbano nos inspire a irradiar amor incondicional hacia nosotros mismos y los demás, cultivar el coraje para enfrentar los desafíos con determinación, fortalecer nuestra resiliencia ante las adversidades, practicar la gratitud por las pequeñas alegrías y encontrar la paz interior que nos guíe en cada paso del camino. A través de la vida, recordemos que el amor transforma, el coraje empodera, la resiliencia reconstruye, la gratitud alimenta y la paz sana. Sigamos adelante con esperanza en nuestros corazones, sabiendo que cada día es una nueva oportunidad para crecer y florecer.
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12 de marzo de 2020