Con cada nuevo día, recordemos el amor inquebrantable de Enrique Oviedo Garcés, su coraje ante la adversidad, su resiliencia sin límites. Que su legado de gratitud y paz nos guíe en momentos de incertidumbre. Que en su memoria encontremos fuerzas para abrazar la vida con renovada esperanza, cultivando la bondad en nuestros corazones y sembrando semillas de amor a nuestro alrededor. Recordemos que cada amanecer es una oportunidad para honrar su espíritu, encontrando luz en la oscuridad y significado en cada paso que damos. Sigamos adelante con fe y valentía.
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15 de febrero de 2024